Los pies de los más pequeños deben sentirse libres. Esta es la premisa fundamental para elegir un buen calzado y favorecer el crecimiento natural de los pies de nuestros hijos, en la que convergen todos los expertos. En general, se puede decir todos los pies de los niños en los primeros años de vida tienen un aspecto plano valgo, es decir, al apoyar sus pies, los tobillos caen hacia dentro mientras el arco desaparece

Falsos mitos desmentidos por expertos

1. Que el niño sea patoso no es ninguna enfermedad; con el tiempo, el pie y su musculatura se desarrollan y el niño dejará de caerse de manera tan frecuente.
2. No es malo para la formación del pie que los niños anden descalzos en casa, ya que el pie normal no necesita protección.
3. Empezar a andar está acorde con el desarrollo neurológico del niño, cada uno tiene su timo. Se sabe que el 95% de los niños suelen caminar antes de cumplir los 17 meses.
4. No es conveniente heredar zapatos de otros hermanos, debido a que los zapatos usados sufren deformaciones.

¿Cómo acertar con el número adecuado?

El talón debe quedar bien asegurado dentro del zapato. Es en la parte de delante donde debe quedar holgura entre los dedos y la punta del zapato, de la menos uno o un centímetro y medio.

Etapas del calzado.

Antes de la marcha se puede usar cualquier calcetín, botita de lana o piel con el fin de proteger el pie del frío, de rozadura o de otras incomodidades.

Cuando el niño empieza la deambulación suele ser inseguro en este momento, se requiere un calzado flexible, reforzado en las taloneras y sin elementos correctores.

Cuando la marcha queda definida, habrá que valorar si la orientación de los pies es adecuada.