Cuando decidimos enviar a nuestros hijos a un campamento de verano, la desconfianza, el miedo a que le ocurra algo o la incertidumbre sobre si será la opción correcta, suelen ser las principales cuestiones que se plantean.
Los padres debemos superar esa desconfianza y permitir que nuestros hijos acudan a un campamento. Así conseguiremos que desarrollen dos conceptos muy importantes: la responsabilidad y la autonomía, aspectos que contribuyen notablemente en su maduración. Evidentemente para mayor seguridad, recomendamos que os informéis adecuadamente de todo lo que se refiera al campamento: instalaciones, profesorado, actividades, dieta diaria, si disponen de atención sanitaria, etc.
Merece la pena investigar la cantidad de opciones que ofrecen los campamentos antes de preparar la mochila del pequeño. Existen campamentos cercanos y otros situados más lejos del hogar; los beneficios del primero es que permite a los padres evaluar más fácilmente el campamento y es posible que vayan a él compañeros de clase o vecinos, creando un entorno más familiar para los peques.
Otros consejos:
-Tener en cuenta los intereses de nuestros hijos y les consultemos.
-Transmitirles nuestro entusiasmo.
– Preguntarles qué tal lo han pasado cuando han dormido fuera de casa.
Tipos de campamentos.
Es importante elegir un campamento a la medida de la edad, intereses y destrezas del niño.
Urbanos: Permiten que el niño realice distintas actividades, pero sin tener que pasar la noche fuera de casa.
Granja Escuela: favorecen el contacto de los niños con la naturaleza y el mundo animal, aspectos que en muchas ocasiones les son lejanos.
Idiomas: Son una buena alternativa para que el niño aprenda otras lenguas
En general cuando enviamos a un niño a un campamento de verano, les abrimos las puertas a un mundo de descubrimiento y aprendizaje, y a oportunidades estupendas, que no olvidará y hará del verano una época de diversión inolvidable.
Nuestra recomendación.
Campamento urbano Colegios Zola. http://grupozola.es/campamentos/

