El hogar es el espacio donde se producen más accidentes de niños menores de cuatro años, según el Instituto Nacional de Consumo, debido a que es cuanto más tiempo pasan en casa. Cuando los niños empiezan a dar sus primeros pasos y son particularmente inestables se intensifica este peligro.

Actos tan cotidianos para un adulto como abrir y cerrar una puerta o doblar la esquina de una habitación, se convierten a menudo en riesgos para los niños.  Hoy en día, podemos disponer de una gran gama de artículos de protección para evitar que los pequeños se dañen con puertas, hornos, aparatos eléctricos, etc.

Algunas claves:

• Evitar que los niños pasen mucho tiempo solos en cualquier habitación sin la supervisión de un alumno.
• No dejarles solos en la bañera jugando y debemos llenarla sólo con la cantidad de agua imprescindible.
• Las piscinas, balsas, etc. deben estar debidamente valladas y es recomendable estimular la natación a edades tempranas.
• El lugar de juego debe ser un sitio seguro
• Los juguetes no deben tener aristas cortantes, ni ángulos puntiagudos, etc.
• No cocinar con el niño en brazos ni dejarlo en el suelo cerca de la cocina.
• De todos los accidentes, el más frecuente entre los niños es el intoxicación. Los productos implicados son los de limpieza del hogar, los cosméticos y las medicinas. Por esta razón se aconseja almacenarlos en lugares de difícil acceso.