
El calor y el embarazo ya sabemos que no son muy buenos aliados. Muchas mujeres embarazadas sufren también cierto grado de inapetencia provocada por las altas temperaturas. Además, el calor provoca una pérdida de líquidos que puede derivar en bajadas de tensión, mareos, desmayos… Por eso, la alimentación es clave en estos meses de verano. Aquí os dejamos algunos consejos:
1. Consume frutas, verduras y lácteos. Las frutas aportan vitaminas y líquidos, entre otros elementos, y es preferible consumirlas con piel para conservar su riqueza en fibra. Las verdudas son alimentos con baja densidad calórica y ricas en fibra, vitaminas y minerales. Y para no olvidarte del calcio, vitamina B2, D y proteínas, puedes optar por un yogur muy fresquito.
2. Distribuye la comida en cinco tomas al día, así evitarás la sensación de pesadez y mejorarás las digestiones. Opta también por un plato único y variado en vez de primero, segundo y postre.
3. Bebe agua fuera de las principales comidas. Consume al menos dos litros de agua al día con el objetivo de evitar la deshidratación.
4. Come en un ambiente agradable y tranquilo, y engulle los alimentos poco a poco.
5. Realiza ejercicio físico antes de las comidas. Dar un paseo antes de comer, suele abrir el apetito.
