Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la ingesta de alimentos frescos y menos pesados se convierte en toda una necesidad para mayores y pequeños. El helado es uno de esos alimentos refrescantes y deliciosos típicos de esta época del año. Para que los más pequeños disfruten de su sabor y de sus propiedades alimenticias debemos tener en cuenta algunos consejos.

Es buena idea integrarlo a la dieta sustituyendo otro alimento similar, de forma ocasional, como por ejemplo el yogurt.

En general son recomendables para los “peques” aquellos helados que son menos calóricos, con pocas grasas, los elaborados con leche de forma artesanal, a los que se les añade fruta o sus jugos, y aquellos en los que en su etiqueta nutricional nos informa claramente de los nutrientes y componentes que contiene el producto.

En cuanto a la edad más recomendable para iniciar a los niños en el consumo de helados, parece que no hay una edad determinada para que los niños puedan disfrutar del placer de tomar un buen helado, aunque sí se recomienda que sea alrededor de los dos años cuando comencemos a disfrutar también con ellos de este delicioso y refrescante alimento.