Durante el período de adaptación es conveniente que intentéis llevar y recoger al “peque” vosotros mimos; esta sencilla acción le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio. Es importante también procurar una asistencia continuada del niño en la escuela, con unos horarios regulares. Cuando sea la hora de dejarle es mejor no alargar la situación: es aconsejable decir adiós con seguridad y alegría. Hay que transmitir al niño que lo que estáis haciendo es lo mejor para él. Debemos evitar el chantaje afectivo-“no llores que mamá se va triste- o la mentira-“no llores que mamá viene ahora”-. Dejaremos que el niño lleve durante estos días algún objeto de apego, si fuera necesario. No es buen momento para introducir cambios en la vida del niño-quitarle los pañales, cambio de habitación…-. Para finalizar, os recomendamos que seáis pacientes y comprensivos y que confiéis en el equipo educativo del centro, con los que es importante colaborar y mantener una comunicación constante para favorecer al máximo este período.

