Cuando te quedas embarazada te invaden temores, dudas y siempre oyes comentarios de otras madres contando distintas experiencias. En este sentido, es importante que las mamás verbalicen sus emociones y las comparen con las de los futuros papas.
Desde el momento de la concepción tenemos que tener en cuenta que el feto es muy receptivo a los afectos emocionales, capta todos los aspectos de la madres; así que desde que es concebido, hay mimarlo.
También hay que saber que los partos ya no son un proceso doloroso al que tener miedo. La maldición bíblica de parirás con dolor ya no existe; ahora existe el parto sin dolor gracias a la epidural.
Ahora además es un hecho sociológico que la mujer tiene hijos cada vez más tarde; ahora tener un hijo a los 35 años no tien3e porque suponer ningún problema si la mujer está sana.
Tenemos que estar preparadas también porque tras tener el bebé, se suceden algunas otras situaciones como, por ejemplo, “la depresión posparto, que les suele afectar al 70% de las parturientas, debido a que la mujer experimenta una revolución hormonal. En principio no es ningún proceso preocupante y suele desaparecer pasados los primeros días tras el nacimiento.

