En casa tenemos multitud de aparatos –la TV, el ordenador, los videojuegos, etc.- y competir con ellos es difícil. Pactar con nuestros hijos un tiempo de uso pude ser una solución. También podemos darles una utilidad familiar: por ejemplo Internet puede ser un buen soporte para recopilar fotografías juntos y crear un álbum familiar. Valores como el compromiso con el reciclaje también pueden ser aprendidos a través del juego en casa: un elemento de desecho puede convertirse en una bonita creación. Así unas botellas de plástico pueden llegar a ser unas divertidas maracas si las rellenamos de arroz y le hacemos simpáticos dibujos. Incluso recoger los juguetes puede ser divertido si lo acompañamos con canciones infantiles o también tomar un baño, son buenos momentos para compartir con nuestros hijos.
Algunos juegos.
- Juguemos al “Veo Veo”; juego de observación.
- Historias contadas por error: le cuento un cuento que él conoce, cambio algún elemento de la historia y espero que él lo descubra.
- El juego de las postales: cortamos con ellos postales que tengamos en casa en piezas pequeñas, mezclamos los recortes en una bolsa y volvemos a pegarlas a la manera de un puzzle.
- La búsqueda del tesoro: escondemos algún objeto (un juguete, un caramelo, un libro) en uno de los rincones de la casa y colocamos distintas tarjetas con pistas que lo conduzcan al objeto.

