Queda un mes aproximadamente para el final de las clases. Pero un año más esto supone un problema para los padres que tenemos que conciliar la vida laboral con la familiar. Los campamentos de verano son una solución para ese espacio de tiempo que queda el entre el comienzo de las vacaciones de nuestros hijos y las nuestras.

A veces cuesta decidir si mandarlos a un campamento externo o a uno de los que organizan los colegios.

Desde bebés y madres hemos hecho nuestra particualar lista de pros y contras.

Campamentos Externos.

• Los niños a estas alturas están muy cansados de la rutina y les puede venir bien un cambio de aires en este caso podríamos probar con un espacio nuevo, una oferta atractiva para ellos, etc
• El problema es que los campamentos de verano suelen ser por quincenas y si es un lugar donde no conocen a los compañeros y los monitores, cuando empiezan a estar adaptados ya está llegando el final.
• Hay niños que por su condición se adptan rápidamente a cualquier cambio y para ellos un campamento externo podría ser una buena opción

Campamentos organizados por el centro

• Conocerán a los profesores y a los compañeros y eso hará que no necesiten adaptación.
• Pueden mostrar algo de hastío.
• Los niños conocen las instalaciones y para los padres es más cómodo a cudir a un lugar en el que ya nos conocen y conocen también a nuestros hijos y sus necesidades.

En general a la hora de elegir un campamento de verano es importante tener en consideración los gustos de nuestros hijos, si les gusta la música, la naturaleza, el deporte etc. y buscar entre toda la oferta aquellos que más se adapten a sus gustos para que el tiempo en el campamento de verano sea satisfactorio.