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Taller de Danza para Bebés

Cartel RRSS

Desde su concepción, el bebé “baila”. Entona una danza con el cuerpo de la madre, más tarde con el espacio exterior, definiendo los límites de su cuerpo, entre el interior y el exterior, e inicia el bello proceso hacia la verticalidad, en su deseo de crecer y alcanzar el
complejo equilibrio de moverse y dejar todo su peso en solo dos apoyos. Poco a poco, durante los primeros años de vida, irá aumentando sus posibilidades de movimiento consciente y control motor, desarrollando multitud de juegos y acciones en los que afina
la alineación entre percepción e intención e integra los sentidos y
sensaciones.
En este taller se propone un espacio de juego en movimiento buscando un estado de atención, observación y acción similar al que usamos en la improvisación en danza (en los niños esa presencia se da de forma natural) y trabajamos secuencias simples
de movimiento junto con los patrones de desarrollo motor del primer
año de vida, como el esqueleto básico que soporta todo el movimiento integrado posterior.
Las sesiones se estructuran en 3 partes: una introducción de movimiento, ritmo, trabajo con el espacio y consciencia corporal, una segunda parte en la se proponen materiales para un juego más libre para los niños y en la que los adultos pueden jugar desde su
curiosidad u observar el rico juego de los niños y como todo su cuerpo participa en ese juego activo; y una tercera parte en la que trabajamos de nuevo en movimiento como grupo, haciéndonos más conscientes de los otros y celebrando la posibilidad de compartir el espacio con otras familias.
En el taller se trabaja tanto con los niños, como con los adultos, estos últimos son invitados a hacerse más conscientes de sus propios cuerpos y movimiento a través de la práctica y la observación. El movimiento es la clave del aprendizaje. Establecer
unos correctos patrones de movimiento es fundamental para establecer una organización neurológica saludable. Un bebe, al que le es permitido moverse libremente y realizar acciones simples como moverse sobre su barriga, reptar, rodar o gatear, se le está proporcionando la base de un correcto desarrollo no sólo de sus capacidades físicas sino también intelectuales y emocionales que más tarde serán necesarias para aprender a leer o escribir, integrar conceptos abstractos o relacionarse socialmente. Es importante
que los padres conozcan estos patrones de movimiento a través de la práctica y los realicen junto a sus hijos de manera a proporcionarles a ambos una experiencia de movimiento rica.
Además, el contacto físico incrementa el vínculo entre padres e hijos y consolida las relaciones afectivas.
Los talleres son un primer acercamiento a la danza contemporánea, que, para mí, lejos de ser identificada como una técnica, es un espacio de comunicación y performatividad de los cuerpos y las acciones que nos proporciona herramientas para interpretar, en
movimiento, la complejidad del mundo que nos rodea. Asimismo, nos dan la oportunidad de crear lugares de encuentro y veo la danza, el trabajo de cuerpo como un espacio privilegiado desde el que lanzar preguntas, compartir experiencias, crear vínculos y construir nuestra propia definición de familia.

Texto: Movimiento Creativo.

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